marzo 10, 2008

En todo

Siempre la apoyé en todo lo que quiso, aunque fuera completamente desquiciado. ¿Por qué no habría de hacerlo ahora? Sus caprichos siempre fueron sagrados para mí. Además no podía verla deprimida. Al verle un gesto de arrepentimiento cuando caía por el puente, supe que su último capricho no sería cumplido.

4 comentarios:

gerund dijo...

Niiiice

Fodor Lobson dijo...

jejejeje
excelente

Vontrier dijo...

S,

usté tiene que volver esto papel encerrado en tapas de cartón.

Subjuntivo dijo...

Bueno, encantado: con quién hay que hablar?


S.

 


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