julio 08, 2008

Alivio

¿Te querés casar conmigo?, preguntó.

Con la sonrisa más radiante y encantadora que tuvo en su vida y lágrimas en los ojos, sintiendo todas las miradas, aguantando la respiración por un segundo, como si el mundo se hubiera detenido para ella, expulsó esa respuesta que tantas veces había ensayado:




“No”.





6 comentarios:

Fodor Lobson dijo...

mencantó


la faceta humorística de las minisagas siempre me resulta refrescante.

gerund dijo...

Es mi super favorito!

Vill Gates dijo...

Eso se llama buen final.
Pero final-final.

Puercoespín dijo...

Me pasó tantas veces...

Impecable el título!

Subjuntivo dijo...

Fod, no se me había ocurrido que fuera muy graciosa realmente... =D

gerund, me alegro!

Vill, lo tendré en cuenta!

Puercoespín, jaja, espero que sean tiempos pretéritos únicamente!


S.

Anónimo dijo...

S. usted realmente entiende el romantisismo como yo. Se lleva un AMS.

Romau.-

 


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