Despertó. Prendió televisor, celular, computadora; abrió un libro, se aburrió y salió. Decepcionado dijo: "mi ojos no sirven".
En la plaza cruzó miradas con cierta chica, hablaron, ella lo invitó rápido a la casa. Por fin en la cama, con sus ojos (que recordó inútiles) cerrados, palpó un peligroso bulto.
by Nicolás
2 comentarios:
Vengo de leer a Poe en el bondi y debo confesar que esto me dio más miedo...
Moraleja: Si me viene la ceguera, ¡celibato por las dudas!
Nunca había considerado ESOS peligros de la ceguera. Juro no volver a hacerme el pistola evitando los anteojos.
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