“No se pare sobre la franja amarilla”, reza el cartel del andén. (Cientos de estúpidos lo hacen, ¿acaso no saben leer?). La idea lo obsesiona, lo invita.
La letra con sangre entra.
Y por fin, empuja a uno de ellos. Justo justo cuando el tren entra en la estación Lanús.
by Pilar
4 comentarios:
Me gusto bastante.
Yo siempre tuve en la cabeza una idea parecida. Pero del otro lado. Supongo que en caso tal, tendría que variar entre "paranoia" y "terror", no?
felicitancias.
wow! me gusto, bastante bueno!!
jejeje!! créeme, es muy difícil luchar con esa tentación
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