A veces si, pero, siempre por debajo de la puerta, pensaba que en cualquier momento podría venírsele el mundo abajo. "¡El marco!",ella advirtió. Demasiado chico es el mundo, la casa también. Los cuadros se reían, el mundo, nosotros, eramos el centro de atención. Ahí fue, entonces, cuando la besé.
octubre 20, 2008
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1 comentario:
Qué bonito
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