Exhausta, se halló de pronto al borde del risco. Al contemplar el precipicio quedó paralizada. Estaba acorralada. Sus piernas flaquearon y cayó al vacío. En el aire no opuso resistencia, no había escapatoria. Y cuando su vida se extinguía, justo antes de estrellarse contra las rocas, la fugitiva se durmió.
by Signaturio
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