by Signaturio
noviembre 10, 2008
La partida
Los bufidos de los corceles resonaban en la noche. Ansiosos por partir, revolvían el polvo con sus cascos. A la orden del látigo se lanzaron al galope furioso. Un sonido unánime quebró el nexo que los mantenía unidos. Se oyó un grito ahogado. El cuerpo de la adúltera yacía desmembrado.
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Signaturio
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2 comentarios:
Me gustó mucho esta minisaga, en especial, por el doble sentido del título.
Coincido plenamente con el comentario anterior.
Muy bueno!!!
Muy bueno!!!!
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