Justo como le pasó al gato más temprano, Bill se retorció de un lado a otro hasta quedar completamente rígido. En cierto grado, pensó, el tono sonrosado de las mejillas de Bill armonizaba con el aroma a almendras en la habitación. Lo miró afectuosamente. Sin duda alguna, extrañaría al gato.
by jddios
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