Un giro voluntario llevó su mano a la sien, un movimiento voluntario
de su dedo índice golpeó la noche.
El reloj marcó las doce.
Su perro, intentó detener el río de sangre que emanaba de su cuerpo,
voluntariamente.
Y el hombre, con un agujero en su cráneo recibía la navidad.
by Julliette
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