Había atravesado casi todos los controles, en minutos más abordaría el avión.
El perro de la policía aeronáutica levantó las orejas, llevó a su amo hasta el pasajero y comenzó a ladrar ininterrumpidamente. Fue detenido y demorado. Perdió su vuelo.
Nunca más llevaría un sándwich de milanesa en el portafolios.
El perro de la policía aeronáutica levantó las orejas, llevó a su amo hasta el pasajero y comenzó a ladrar ininterrumpidamente. Fue detenido y demorado. Perdió su vuelo.
Nunca más llevaría un sándwich de milanesa en el portafolios.
by El viejo Eternauta
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