Y por último, tras superar peligros innumerables, el héroe llegó al final de su largo viaje. Entró en el castillo sin mirar atrás. Cruzó los salones desiertos. Bajó la honda escalera de piedra. En una cámara secreta se encerró bajo siete llaves y respiró aliviado. La princesa nunca lo encontraría.
noviembre 05, 2008
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4 comentarios:
¡Buena, ésta!
¡Sublime!
Realmente fascinante. Clap Clap Clap.
¿Se trata del reputado héroe Balinardo?
Seguro que no es Princesa.
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